sábado, 13 de diciembre de 2008

To be continued...

Jamás, jamás te rindas a aquello que te acontece y duele, a no ser que sea tu propio ego y con él puedas destruir los convencionalismos.
La clave estética de la vida. E ahí donde se encuentra la cuestión de las cosas. En tu interior no existe ese orden cósmico del que tantos hablaron pero nadie llegó a obtener en sí mismo. Construimos la sociedad a partir de ese alineamiento de masa inexistente en el ser humano mediante el código estético, y lo fuimos transmitiendo de padres a hijos como si de un cuento se tratase. Mejor dicho, ES un cuento.
Jamás, jamás te rindas a aquello que no te acontece, porque aún importa menos que lo que sí lo hace. Ríndete a ti mismo, reemplázate continuamente por unas claves mejores, es la única proporción válida del ser humano.
El código estético sólo es una marca, no te va a vestir. La tela es lo que te viste, y esa tela puede rasgarse y volverse a amarrar o a coser. Incluso puedes pintarla de colores o añadirle tus propios diseños. Es increíble cómo los seres humanos ven lo simple como difícil y al revés. Una tela customizada es muy personal. Un tejido liso es precioso, pero puedes encontrarlo igual en muchas otras personas. Es la base, pero a partir de ahí hay mucho más. Es el eje de todas las posibilidades del ser humano, de lo fácil, que es consentirnos un poco. Aunque detrás estén los sentimientos y a veces duela. Creo que es mucho mejor morir cien veces en vida y volver a renacer que estar siempre muerto, cuando estás aquí y cuando estás en compañía de los gusanos.




To be continued...

6 comentarios:

lobo dijo...

Que grande eres, Raquel... que grande vas a ser...
besos de lobo

Israel Centeno dijo...

hola raquel, recién hoy leo la nota que dejaste en mi blog, gracias por el la lectura y el eco, me halaga; estaré por aquí leyendo lo que subes,
saludos
ice n

Duende Crítico dijo...

¡Ahí queda dicho!

Saludos.

Anónimo dijo...

Yo he leído la novela 'Soñadores' a la que corresponde la imagen y es preciosa.

diego

lasblogenpunto dijo...

Lo ratifico. Me recuerda la alegoría del Ave Fénix, aunque con la edad resurgir de las cenizas se pone cuesta arriba, porque el cansancio va haciendo mella.

Un beso

J. Cuervo de lasblogenpunto

R. dijo...

Gracias a todos por los comentarios.
Diego, la película Soñadores de Bertolucci es increíble. Una de mis preferidas.
Saludos.