Nos gusta lo desgastado. Aquello que nos recuerda que tuvo su época de auge y más tarde su decadencia, aquello que muestra señales de vida sin llegar a estar muerto. Como el esmalte de uñas cortado, como los restos de maniquíes sin ropa. Todo aquello que tuvo su esplendor y aguanta el paso de los años sin agotarse.
1 comentario:
A mí me gustan más las cosas nuevas, o las viejas que parecen nuevas, o las nuevas que parecen viejas... qué raro que soy..
besos de lobo
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