domingo, 7 de noviembre de 2010

A.

Tengo amigos muy especiales. Podría decir que como todo el mundo pero tal vez no. Tal vez no todo el mundo tiene buena suerte.
A. es una fuente de inspiración. A. es de esas personas que tienen una magia especial, como una estrellita en la frente que la distingue de los demás. Su estilo ya es arte, su manera de escribir es arte. Su caminar y su risa es arte, y es contagioso. Incita a hacer arte. Incita a hacer risas.

A. encuentra clips de colores allá donde va.
Encontró clips por toda Italia cuando las dos vivíamos allí. Llegó a encontrar hasta nueve clips un día que paseábamos juntas. Encontró uno enorme y oxidado escondido entre las ranuras de los baldosines.

Cuando empezó toda esta magia los que paseábamos con ella le decíamos:
-Pero ¿qué haces? ¿Caminas mirando al suelo?-.
Pero no, A. no camina nunca mirando al suelo, A. siempre mira fijamente y con mirada curiosa a los que le rodean.

Es como si una fuerza extraña que irradian esos clips atrajesen sus ojos hacia abajo cada vez que va a pisar uno. Como si ella fuese un imán y sintiese la vibración del metal cercano...

Hace poco paseábamos por Donosti y encontró otro. Yo le dije que nunca me iba a dejar de hacer ilusión, y que nunca me iba a dejar de parecer sorprendente. Es como si un amigo invisible de hace años los colocase a propósito por cada lugar que pasa. Zagreb, Roma, Florencia, Peralta, Logroño, Salerno, ¡Polonia!.
A. se hace collares enormes con todos los clips que encuentra. Los puede colgar de un extremo a otro de su habitación como si fuesen olas de mar cinéticas, tambaleantes.

Que no llegue el día en el que los clips pierdan su magia, decimos.
Ni tampoco el mar.

Contemplamos el barquito dando la espalda al conservatorio, y hablamos de meteoritos que irrumpen en masas infinitas, desordenadas, cinéticas y tambaleantes de agua.


La foto la hice en octubre de este año, en el Miramar de Donosti.

6 comentarios:

Soy ficción dijo...

Me enamoré de esta historia.

"A." dijo...

HOY POR LA MAÑANA, 05/11/10

"Mañana por la mañana me voy a morir de sueño" -pensé ayer antes de dar paso al mundo paralelo de vivir soñando-.
Tampoco ha sido para tanto, tampoco Lucía moría realmente cuando sentía esos envidiables orgasmos.
Buena compañía en la hora del desayuno, tan dulce que el azúcar en el café resultaría empalagosa y un verdadero estorbo.
Mi bici se cruza con otros seres de dos ruedas de los que siente envidia, puede que sean más bonitos que ella pero no pertenecían a quien ella sabe.
También yo miro de reojo a sus dueñas, preciosas, y cruzo miradas con ellos. Miradas fugaces e inocentes, que siguen su camino sin apretar el freno pero te enemoran momentáneamente. Como un hada madrina me confesó un día.
Ahí sigue, con la misma postura eterna y petrificada. Pero su profesión no es la de Mimo, simplemente vive en y para la calle.
Los días no existen para ellos, son un minuto horrible suspendido en el tiempo; como una aguda nota desafinada irritantísima" que no deja de machacarte el coco. Torturándote.
A caballo de ella y él, quien había abandonado su esquina haciéndome echarle de menos pero dejome luego claro con una aparicion deambulante que había vencido a la noche, ¡una cara más que bonita de facciones latinas! Mezcladas con un estilo parisino dejaba prendado a cualquiera. Rectifico, sin duda alguna: a todos.
También me encontré con ELLA.
Sobre ELLA escribiré otro día. No tengo suficiente rastro para seguirle la pista, para imaginar cómo será su personalidad aparentemente mágica; su vida desde fuera adjetivada armoniosa y de hoja caduca, como las del otoño que ahora me rodean. Creo que tiene la esencia de una Elfa, nariz pequeña y chata lo acreditan y seguro que también orejas puntiagudas, aunque no las deja ver.
Al llegar he pensado que el escaparate que terminé ayer tampoco quedó tan feo.
La gente es sencilla, no siempre por fuera pero sí por dentro.

DÍA AMELIE.

"A."

Cristina dijo...

que perdure esta bonita amistad, son las que hacen que la vida valga la pena :)

R. dijo...

Me alegro, Soy ficción. :)

R. dijo...

Aquí queda plasmado el por qué tienes más que merecido un hueco en este rincón que no deja ser parte de mí.
Lo releeré varias veces, me deja tan buen gusto como un traguito de café en tu cocina con tu compañía!!

quiérote!!

R. dijo...

Gracias, Cristina :)