domingo, 28 de noviembre de 2010

El último noviembre de los años 80.

21.
Ayer dije que me gustan más los años impares.
Para mí son más fructíferos, son explotar el volcán. Los pares son más calmados. Son años de meditación, de transición de un período a otro. Con 16 leí Demian y con 17 exploté toda la mierda. Luego vino ya El lobo estepario y blablabla.
J. me dijo que odia a la gente que sólo habla de sí misma. Creo que es suficiente.
escribo la historia de Mona y punto.
escribo la historia de Mona y
Mona me tiene absorbida


Hasta dentro de un tiempo. O hasta que Mona me deje.

7 comentarios:

Raul Royo dijo...

Doy fé, de que lo dijiste :D

ninadexangai dijo...

No, no, y no. Si tenemos un blog es para hablar de nosotras mismas. Ni que sea para hablar de Vladimir Nabokov desde NUESTRO humilde punto de vista, pero el yo es irrenunciable.

Escribe más, anda.

From the Life and Songs of the Olympian Cowboy dijo...

Me encantan 21. En tu tierra ya naciste, aquí todavía esperas en el vientre de tu madre sin atravesar el tunel. Aquí todavía tienes 20. Son las 9 con 10 minutos.

Rubén Montava dijo...

¡Hola Raquel!, acabo de ver tu comentario, me gusta mucho tu blog, es muy retro jeje, por cierto ¡Felicidades!, nos vemos, un beso R.

R.

Anónimo dijo...

Estaba sonando Tarde de perros, y se me ocurrió poner en Google una de las frases que me encanta a ver qué aparecía. Y me aparece tu blog, con el mismo título de esa frase, hablando de los números impares y derivaciones.
No sé porqué te digo esto, supongo que me he quedado algo pasmada (aunque no sé si es esa la palabra adecuada) y debía decírtelo. Me ha encantado. Un saludo.

R. dijo...

Yo también me he quedado algo pasmada, no es sól mi blog, ¡eres de La Rioja!
bienvenida

sonia marpez dijo...

21 es un muy buen número.