miércoles, 16 de febrero de 2011

A día quince de febrero de dosmilonce:

considero las manías como base vital en mis personajes, como una de mis obsesiones.
Pequeñas, grandes manías, qué más da. Son mínimas variaciones que hacen a un personaje especial o insoportable.
Hoy tomé mi calle preferida para llegar al centro. Es una calle recta que lleva desde mi barrio periférico y aburrido al, mucho más vivo, Casco Antiguo. Me gusta ir por ahí por varios motivos. Hay calles aburridas y feas que simplemente me producen rechazo. Véase Dúques de Nájera o Labradores. Hay calles con encanto como (obvio) la calle Portales o la Rambla del Raval en Barcelona. Hay calles simples que me producen total indiferencia como la calle que hoy y siempre tomaré para llegar al centro. Calles que utilizo como un medio para un fin, como un túnel en el tiempo y en el espacio.
Cruzo la esquina y tomo el desvío recto. Son doce minutos de reloj aproximadamente en los que no me cruzo apenas con peatones ni con coches. Son (eran) doce minutos de reloj en los que me introducía en mí misma para ordenar mis asuntos o comentar con mi yo interior los últimos acontecimientos de la mañana. Hoy descubrí que puedo incluso leer en ese trayecto si levanto los ojos cada doce segundos para comprobar los pasos de cebra.

Un medio para un fin.
Todo parece demasiado matemático y friki pero no lo es.
No me gusta perder el tiempo.

4 comentarios:

Clementine dijo...

Una manía bien bonita. Las manias son las que nos hacen especiales.
:)

Anónimo dijo...

Adoro las manías...son nuestra identidad, nos hacen únicos y diferentes....

Buenísima entrada...

Bsos...

Miguel Ángel Maya dijo...

...Todo eso cambiará el día en que, casualmente, descubras el tesoro que escondía esa calle anodina...
;-)

Anónimo dijo...

"R", debo abandonar por un tiempo mi blog, hasta que regresen mis fuerzas. Seguiré leyéndote, seguiré por aquí, espero que a mi regreso siga contando contigo para seguir compartiendo mi blog, ha sido un honor y un placer... Bsos y suerte.
Hasta pronto...sabes donde estoy, para lo que necesites, no dudes en buscarme...estaré ahí.