jueves, 8 de octubre de 2009


Una vez que descubres que el cubo de rubik está hecho de aristas,
esquinas,
caras frontales, superiores,
que cada cara tiene el nombre de un color
y que todo ello se resuelve por algoritmos,
una vez que descubres esto estás perdido.

6 comentarios:

From the Life and Songs of the Olympian Cowboy dijo...

Me encantan las fotos que pones. Son relindas. También me gusta la nueva de tu perfil.

From the Life and Songs of the Olympian Cowboy dijo...

Oye, por cierto, me gusta mucho mucho más la versión final de esta entrada


(:

Rubén dijo...

Raquel, el secreto para no perderte es darte cuenta que esos algoritmos no resuelven nada. Si miras un poco más despacio verás que la mecánica de esos algoritmos puede ser asombrosa y maravillarte de la misma forma que aquellos griegos se sintieron maravillados al concebir la música de las esferas, por ejemplo. Las matemáticas es un lenguaje humano como otro cualquiera, una forma de representarnos el mundo y puede ser de una belleza extraña y fascinante. Igual de inagotable que la poesía o la música. ¿No crees?

R. dijo...

Hola Rubén, ¿nos conocemos?
De todas formas, me parece muy interesante lo que has dicho y me ha hecho pensar, llevas tu gran parte de razón. Gracias por aportarme este comentario.
Un saludo.
R.

Ana dijo...

Yo sé hacerlo. No todo está perdido, ahora desestresa =)! Un bacio, amore!

Rubén dijo...

Hola Raquel, no nos conocemos. Me encontré con tu blog de casualidad. Enhorabuena por tus textos, me han gustado.
Rubén