viernes, 3 de junio de 2011

swallows.


A mí me hacen feliz cosas muy pequeñas, de veras, cosas pequeñitas como desayunar todos los días tostadas con mermelada de albaricoque o tomar un café los domingos por la mañana en la Plaza del Mercado.
De verdad que me hacen muy feliz, hacer estas cosas significa que todo sigue su curso, que todo lo marca de fondo una especie de rutina apacible.

6 comentarios:

@ryanguas dijo...

Yo en Cracovia he encontrado mi propia plaza del Mercado y hace cosa de media hora le decía a mi acompañante: "adoro desayunar fuera los domingos... es uno de los pequeños placeres de la vida". Cuando vuelva por Logroño te escribo y compartimos ;-)

R. dijo...

Claro que sí Rober! Así me cuentas todas tus aventuras. Estuve a punto de ir a Lublin de profe a una uni de allí, ya te contaré. Un abrazo desde LO. Muac!

Clementine dijo...

Esa rutina bonita que llena los sentidos de vida.

gerard dijo...

Yo prefiero la rutina de la aventura, escapando de la rutina apacible.

R. dijo...

Pero cuando no te queda otra...me quedan unas semanitas para escapar. Hay que ver lo dulce de cada día rutinoso. La rutina puede ser bonita.

@ryanguas dijo...

Oye, mañana es domingo y yo estoy en Logroño... :)