lunes, 21 de noviembre de 2011

A una semana del veintinueve de noviembre tengo una herida profunda en el índice y un país que me pesa en la espalda,

dormí poco, fui a trabajar cuando era noche cerrada y los cristales de los coches estaban llenos de hielo.
pensé que no podría sonreír como todos los días, que lo que podría transmitir sería
nada.
llegué a casa satisfecha, todo fue mejor de lo esperado,
lloré un rato cuando nadie me veía, comí galletas de vainilla con A.
charlamos.
mi cerebro estaba (está) demasiado cansado.

Lloro por un esqueleto de árbol a quien alguien se empeña en decorar con luces de navidad desde finales de noviembre,
y al que todos admiran, diciendo: qué arbol tan bello, qué bonito es:

es un cuerpo de madera viejo,
suena toc, toc cuando lo tocas
huele a cedro maduro,
raspa la piel si te lo arrojan,
su sombra es triste

y se empeñan en ponerle guirnaldas.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No se si es que cada día escribes mejor o es que me haces sentir más identificado. Sigue así

R. dijo...

Gracias, veo "Anónimo" y me alarmo, pero esto es agradable.
¿Quién eres?

Marian dijo...

Las sombras tristes también tienen derecho a vida(mientras haya sombra hay vida.
Las alegres detienen el paso del tiempo, pero llegará la oquedad, llegará. La vida y la muerte caminan al mismo paso, por distinto caminos, pero con un mismo destino.
¿No crees que los arbolitos frondosos, los de sombra alegre, no están hasta las raíces(cojones) de que les pongan encima las guirnaldas, las bolitas y el espumillón?.
Estoy de acuerdo con el de arriba en que cada día escribes mejor Reichel.
Yo, como sé que tú, de triste tienes poco y que eres una pizpireta, me alegro de que por el melondrio se te pase lo que luego escribes.
Si ves por allí a Amélie, dale recuerdos de mi parte.

R. dijo...

¡¡Marian!!
¿Eres la Marian, auténtica Marian, con la que J. y yo compartimos un maravilloso café en un lugar llamado con el mismo nombre que una exitosa película del cine clásico?

Si es así, me ha hecho mucha ilusión ver que seguimos conectadas aun con el paso de los años...deberíamos repetir el café estas navidades.

Y si eres otra Marian..bienvenida igual.

Marian dijo...

Tanta guirnalda, bolitas, espumillón, adornos varios...
¿a quién se le puede ocurrir Raquel?,he dormido poco también. Soy yo, la auténtica, por lo menos la auténtica Marian de aquel maravilloso café en C.
A mí también me ha hecho ilusión.
Deberíamos y lo haremos (si nada lo impide).
Y si fuese otra M., gracias por tu bienvenida.¡Ay el existencialismo francés!Donde esté una R. descendiente de H.

Marlon dijo...

Qué bueno. Lleno de imágenes de color gris.