lunes, 30 de enero de 2012

desde que Mike se fue de Logroño hace ya tres años

unos días antes tomamos café Illy y le regalé unas manualidades estúpidas.
he de confesar (2) que soy algo horrible a la hora de hacer regalos, busqué algo para comprarle pero como siempre no supe el qué así que opté por hacer algo significativo y que reflejase nuestra amistad y así lo hice.
compré una caja de madera que tenía un cristal y dibujé a la vecina de enfrente de su casa con la que siempre bromeábamos. Si mirabas la caja en vertical parecía una ventana. Dentro de la caja metí otras mil cosas simbólicas y un poema de esos que a veces intento hacer porque simplemente se me antoja hacer un poema sobre algo y me sale así como si nada. en él hablaba de mi imposibilidad para decir adiós a la gente.

creo que todas esas cosas juntas formaron un buen recuerdo de su tiempo allí.

Cuando Mike se fue había apostado con alguien que dejaría crecer su barba durante mucho tiempo y así lo hizo.  Recuerdo perfectamente la noche de febrero en la que nos despedimos en una calle cercana a Portales. Hacía frío y había llovido bastante, íbamos sorteando los charcos. Creo que los dos llevábamos una camisa muy parecida de cuadros. Él llevaba su enorme barba pelirroja y casi ninguno de los dos hablaba. Fue triste pensar que alguien se iba tan, tan lejos y que (probablemente) no nos veríamos en mucho tiempo, o nunca.

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